Gennady Golovkin aspira a ser eterno
Quizás he usado un término demasiado ambicioso en el título. Quizás pretendo argumentar una hipotética situación que solo tengo yo en mi p que no se daría de ninguna de las maneras, siendo por tanto una falacia a todos los niveles. Pero creo que mi punto de partida para argumentar esto, la posible eternidad de un púgil tan sobresaliente como Gennady, debe abarcarse porque todos los caminos conducen a ello.
Así que empecemos por sentar las bases de la hipótesis.
El pasado sábado 9 de abril, el mundo del boxeo se ponía sus mejores galas. Tras 16 meses, el kazajo Golovkin volvía al ring en un combate muy esperado por dos motivos fundamentales: 1) era la vuelta ante un rival de nivel, el japonés Murata y 2) si ganaba, abría la puerta al esperado tercer encuentro con el rival que todos querían ver frente a él, el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez.
Recuerdo revisar las estadísticas antes de la pelea. 42-1-1 para Golovkin, 16-2 para Murata. “Esto no llega al 5 asalto” fue lo primero que pensé. No creo que hubiera nadie en su sano juicio que hubiera arriesgado algo de dinero por Murata. Miré las casas de apuestas: 1,2 por euro apostado a la victoria del kazajo, mientras que eran 3,45 para el japonés. Las cosas estaban bastante claras.
Sin embargo, había algo que podía mover la balanza, a favor de una posible sorpresa. Un aspecto clave en un deporte tan exigente como este. Gennady acababa de cumplir 40 años. Cuarenta años, por mucho que lo repita no dejará de ser alucinante. Admito que tengo devoción por deportistas profesionales capaces de ser competitivos a nivel élite a edades tan jodidas como pasar de los 38-39. Por eso defenderé a capa y espada que Ryan Giggs ha sido uno de los futbolistas más especiales e impresionantes que jamás haya visto, o que Tom Brady se sienta en la mesa (y la preside) de los mejores deportistas de la historia.
Antes de hablar de la noche en cuestión, recordemos que Murata, es un buen púgil: campeón mediano de la WBA desde el 2017 hasta 2022, es hábil con los bloqueos tiene buen juego de piernas, pero sobre todo destaca su golpeo: es duro, muy duro. Si era capaz de conectar de manera sostenida, Gennady podría verse en un aprieto. Había mucha expectación por ver como se desenvolvía el japonés.
Y la pelea, bueno, ahora viene como os cuento que ese tipo de 40 años me enamoró. Me flipó con un boxeo potente, preciso y contundente, y eso que como apuntaré en el siguiente párrafo, no fue de sus mejores noches. No voy a profundizar en qué ocurrió round a round, ya hay análisis sobre esto como el que hizo para As Álvaro Carrera.
(Podéis seguir a Álvaro en Twitter aquí)
Pero sí quería hablar del idioma corporal de Golovkin. Personalmente lo noté especialmente lento, contundente sí, como una roca, pero lento. De movimientos bruscos, confiando mucho en su jag y enganchando muchos hook al mentón del japonés. Murata le golpeó, sobre todo los primeros rounds. Pero, erosionar la pieda de la que está hecho el kazajo es un trabajo permanente de resistencia, golpeo y fé, y no todos los púgiles pueden aspirar a ello. Bueno, uno quizás sí.
Erosionar la pieda de la que está hecho el kazajo es un trabajo permanente de resistencia, golpeo y fé, y no todos los púgiles pueden aspirar a ello. Bueno, uno quizás sí.
GGG (apodo del bueno de Gennady) fue de menos a más. Terminó la lucha en el 9º, Murata cayó a la lona y desde su esquina tiraron la toalla al suelo. Había recibido demasiados golpes, la precisión de GGG fue excelente, viendo la pelea sabías que el japonés no iba a terminarla. Pero fue un digno rival, que además dió sensación de algo más en los primeros compases.
Y ¿ahora qué?
Volvamos a la premisa, “aspira a ser eterno” escribía en el título. Gennady, es un púgil brillante, con una carrera excepcional. Esta última victoria era deseada por el show business del boxeo, porque lo acerca a una tercera pelea con Canelo, él único rival que le ha ganado en su carrera (y fue por puntos).
Canelo se enfrenta al ruso Bivol el próximo 7 de mayo. Otra de esas contiendas que todo aficionado al boxeo desea ver lo antes posible, y la premisa es la misma: si Saúl gana, todo parece indicar que habría 3 combate vs GGG durante este 2022.
Siento que no he escrito nada sobre el púgil mexicano y la importancia de un enfrentamiento de este nivel, pero lo resumiré: Canelo es el boxeador número 1 libra por libra, campeón indiscutible (posee los 4 títulos de los 4 organismos sancionadores principales) de su división. Su ranking es 60 peleas, 57 victorias, 2 empates y 1 derrota. Una bestia. Y una leyenda.
De modo que para que GGG alcance esa eternidad, ser un púgil no solo excelente sino recordado por siempre, debería ganar a Canelo en un supuesto tercer combate. ¿Esto es posible a día de hoy? Yo diría que no. Estoy convencido que si estos dos púgiles se enfrentasen hoy, la paliza del mexicano sería indiscutible. Además, estando en su mejor momento contra un tipo de 40 años.
Pero como decía, hay que erosionar mucho para tirar al suelo a Gennady, mientras él seguiría lanzando golpes a la retaguardia del rival, sea quién sea. El mundo del deporte se paralizaría si esta pelea se llevase a cabo.
Primer paso, Canelo - Bivol del 7 de mayo, una vez ocurra, se tomarán decisiones para finales de 2022. Si se concreta, estaríamos ante un acontecimiento de esos que hasta los que no saben de boxeo verían, apostarían y disfrutarían.
Yo ya me estoy relamiendo.